27.6.07

Un hombre sentado en una sala de espera

Un hombre en la sala mira debajo de la silla. Saca una caja de cartón entonces se sienta. Pregunta si hace frío y se levanta. Una mujer afirma con la cabeza mientras él da pasos y abre la puerta. Ahora entra con las manos arriba, los codos estirados, vuelve a sentarse. Baja los brazos y toca la caja. La caja es de cartón gris y la agarra fuerte fuerte. Entonces se levanta, toca la helada del vidrio de la ventana que empuja para sacar la cabeza; grita. Y alguien da la caja que ahora abraza, que tira por la ventana entonces levanta de nuevo las manos, estira los codos pero no habla. En el piso hay otra caja que ve. Suena el teléfono de esa mujer que saca el aparato de la manga y lo enciende. Con el timbre él mueve las piernas, las rodillas como bicicleta. Boca arriba pide agua, agarra el vaso, lo huele, me mira. En la mano tiene una fibra roja que desarma y la sumerge. Colorea el agua y moja la caja que ve. Saca el pañuelo del bolsillo, lo mete en la boca, mastica. Vuelve a crecer y se inclina en una mesa rectángulo con un papel, con el vaso en los dedos rojos, con una caja mojada en la otra, con la boca llena y masticada. Y me mira, de nuevo me mira. Levanta la mano del vaso, vuelve a la ventana, mira, tira el líquido. Se congela. La caja la desarma en pedacitos de vacío que deja en el asiento de las mujeres que acaban de irse. El pañuelo lo escupe a un tacho, llora. Pero él abre las manos y sonríe, abre la puerta y entra descalzo. Elige la silla azul, observa la felpa del plástico. Se para alto arriba, aplaude.

1 comentario:

CeCe dijo...

Estos escritos han de transformar tu blog en unos de mis lugares comunes y de placer. Reitero mi gusto por lo que hacés, hay imagen y movimiento en letras inspiradas.

pd: gracias por tu visita, espero no sea la última.