Él mira los senos de la mujer que invita. Olvida el café hirviendo. Olvida la carta junto a las medias tiradas en su cama y el reloj caído en la alfombra.
–Catalina-le dice. Y ella siente las pestañas de los ojos azules que la miran con desvelo. Nicolás da vueltas en la cocina porque su sexo la observa, como un hilo de humo que deforma el aire. Que desvanece.
–Catalina-le dice. Y ella siente las pestañas de los ojos azules que la miran con desvelo. Nicolás da vueltas en la cocina porque su sexo la observa, como un hilo de humo que deforma el aire. Que desvanece.
-¿Qué?-pregunta ella. Y un papel cae de la mesa para que ellos dos se sientan las manos, la cintura tibia. El pelo suelto lleno de vapor.
1 comentario:
me encantó, así tan cargado, un aire espeso..
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